Líquido ancestral que nace de mis vértebras
Serpiente blanca que forma nudos en tu cuerpo
Espirales de luz que
atraviesan tu garganta
En una explosión de amor y de huesos
Restos de estrellas en la comisura de tus labios
Sombras mojadas que ahuyentan el miedo y la angustia.
Y de pronto nos hemos
encontrado, amor
En las ruinas que veíamos cada tarde al salir del trabajo
Y te he mirado y me has
mirado, y hemos buscado una razón a la existencia del tiempo
Y a los conjuros que creímos nuestros mientras nuestros ojos se unían
Como un cuerpo celeste en el vacío del espacio
Y los días pasaban como las pastillas contra la migraña
Que dejé de tomar hace ya algún tiempo.
Y de noche, cerca de los
fantasmas que te impiden cerrar los ojos
Cuando tus hijos duermen
Mi carne se ha abierto como una planta carnívora
Y ha tatuado heridas luminosas
En tus uñas que abrieron caminos sobre las paredes.
Y no ha quedado nada más por
hacer.
Algún día tuvieron que crecerle alas a la muerte
Algún día tuvimos que encontrarnos.
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